7 de septiembre de 2012

Rafael Sanz Lobato. Fotógrafo


































Didáctica y amena charla la que hemos disfrutado hoy del maestro Rafael Sanz Lobato, premio nacional de fotografía 2011. Rafael es un tipo afable, cercano y sin pelos en la lengua. Vive la fotografía, disfruta con ella, y denota pasión en su magnífica obra gráfica, cargada de documentalismo, de la que han mamado  fotógrafos de la talla de Cristina García Rodero, definida por Rafael como la mejor fotógrafo española del siglo XX. Defensor a ultranza de la fotografía química, alquimista del siglo XXI, sigue experimentando con la ilusión de un chaval con todos aquellos productos, iluminación y materiales que le permiten dar ese toque mágico a sus imágenes, a pesar de que su visión se ha deteriorado con el paso de sus 80 años.

Incomprensiblemente, uno de los mejores fotógrafos españoles, no tiene publicada ninguna obra...hasta ahora. Esta tarde nos recordaba la compra de su primera cámara, allá por 1956, con el salario obtenido de las horas extraordinarias en la multinacional americana donde trabajaba, su paso por la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, organización mediatizada y condicionada por sus dirigentes a mediados del siglo pasado y cuyas discrepancias le hicieron salir de ella.

Sus primeras salidas fueron, junto con los miembros del grupo La Colmena, al que pertenecía y del que fue fundador, a pueblos como Madrid y Segovia, recordando anécdotas y viéndose las caras en más de una ocasión con la guardia civil en el cuartelillo, cuyos números les preguntaban acerca de su interés en captar con sus cámaras los rincones más viejos y lúgubres de la población, en lugar de las nuevas,  retratando a muchachos mocosos y viejos del lugar. 

En una de esas excursiones de fin de semana, las únicas que que su trabajo habitual le permitía, se dirigió en su Seat 600 junto con su amigo y fotógrafo Carlos H. Corcho al pueblo de Carabaña, donde captó una de sus instantáneas más conocidas: Carabaña 9 A.M. Rafael madrugaba, levantándose a las siete de la mañana para poder llegar a su destino al amanecer y precisamente se dirigía allí donde las personas estaban. 

Carabaña 9 A.M. (1966)      © Rafael Sanz Lobato


Como él mismo de autodefine:  "He sido un fotógrafo muy sencillo, modesto y molesto". 

Rafael, gracias por compartir con todos nosotros un pedazo de tu vida.