En ocasiones uno toma fotos desconociendo si alguna vez se convertirán
en motivo de ilustración de algún artículo o reportaje impreso.
Andaba yo el pasado mes de Noviembre realizando fotos en la Puerta del
Sol de Madrid, y no dejé pasar la oportunidad de acercarme a dos azafatas de la
compañía aérea Ryanair. Se encontraban vendiendo el calendario 2012 del que
ellas formaban parte activa como modelos para la ocasión. Tras
pedirlas permiso para hacerles unas fotografías, posaron para mí.
Ahora, tres meses después, recupero una de esas fotos, la cual me
utilizaré gráficamente para detestar el comportamiento y la actitud del
empresario y dueño de la compañía Michael
O ´Leary. Este polémico personaje de tres al cuarto, no merecería ni que habláramos de él, pues al
fin y al cabo, su extravagante comportamiento busca precisamente eso, que
hablen de uno aunque no sea bien. Y no le ha ido mal cuando su forma de ser le
ha granjeado pingües beneficios, amasando una fortuna personal de 500 millones
de euros.
Este infame no debe conocer términos como la dignidad, el respeto a
las personas y la humildad, cuando se ha burlado de la desgracia de los más de
2.500 empleados de Spanair que acaban de quedarse en un paro forzoso y nada
deseable.
Esta mañana he oído que la Administración española ha subvencionado
con 50 millones de euros a esta compañía para que sus aviones aterricen en
aeropuertos españoles; siendo un neófito en la materia, me horroriza pensar que
se pueda hacer tan descabellado desembolso por disponer en nuestra tierra de
los servicios de un impresentable.
Sr. O´Leary, un poquito de por favor –que dicen en mi tierra-, esa
tierra que ha acogido a sus aeronaves y por ende, a usted mismo, de la misma
forma que sus aeronaves no tendrán nunca
el privilegio de acogerme a mí.
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