23 de enero de 2011

A cuerpo limpio

Descontextualizando la foto que están viendo, podría asemejarse a la imagen del famoso toro de Osborne, todo un icono “typical spanish”. Observándola detenidamente parece que el morlaco posa para nosotros, como si su alter ego quisiera pasar a la posteridad, un deseo narcisista incompatible con su naturaleza animal.

Pero su mano izquierda flexionada nos indica que el pose no es tal, y su trote nos hace pensar que recorre el albero en busca de una salida que pronto encontrará, aunque él lo ignore. Acaba de pisar el ruedo tras recorrer un sombrío callejón. Tras él, ve la luz de la meseta castellana; acaba de superar el portón de los miedos, de los miedos ajenos. Y el lo desconoce.

Altivo y enaltecido se muestra ante un público que lo venera. Su porte encandila, sus hechuras son motivo de una espontánea ovación del respetable. Tras dos vueltas al ruedo inspeccionándolo, se apercibe de un torero, pero no de luces, un torero a cuerpo limpio, un torero con la única defensa que le proporciona el recorte en los medios, midiendo también las distancias como sus hermanos de luces.

Estamos en Iscar (Valladolid), en la semifinal de la Liga de Corte Puro a finales de Julio y aprieta el calor. Dos valientes se enfrentan cuerpo a cuerpo, pero él no lo sabe. Sólo responde al estímulo de la provocación que intencionadamente le realizan a cuerpo limpio.

16 de enero de 2011

Contemplación



Hay fotografías que causan zozobra al espectador. Esta es una de ellas. Seguro que lo primero que se le ha venido a usted a la mente es qué es lo que con tanta atención miran estas cuatro personas. Es un misterio que el lector quiere y desea desvelar, para calmar la intranquilidad que le produce el desconocimiento del hecho.

La foto está tomada durante la presentación de la feria taurina 2011 de Ajalvir, el pasado 14 de Enero, y los protagonistas de la imagen, de izquierda a derecha y de arriba a abajo son: Antonio Martín, alcalde de esta localidad madrileña, David Hebrero, ganadero y empresario taurino, Luis Miguel Encabo y Víctor Janeiro, matadores de toros.

Todos tienen la misma inclinación de sus cabezas, como si alguien se las hubiera colocado para buscar una perfecta composición fotográfica.  Y sus miradas son unidireccionales. La perpendicularidad de sus apéndices racionales se complementa a la perfección con la verticalidad del cartel anunciador de la feria.

¿Se puede pedir más a estos improvisados modelos? Evidentemente no, sólo agradecerles este momento que me brindaron, pudiendo captar una instantánea, al menos, curiosa.

Y ahora toca reconfortar a los sufridos y pacientes espectadores, descubriendo el destino de las misteriosas “visuales”. O mejor no, que cada uno elucubre y saque sus propias conclusiones. No hay nada mejor que la imaginación para el reconforte de uno mismo.

Belén

No es el nombre de la protagonista de la imagen.  Belén, es la ciudad donde fue tomada la fotografía en Octubre de 2009. Acababa de comer y me dirigía a los baños del restaurante cuando me fijé en ella. Estaba de pie, junto a la puerta de entrada de los aseos, inmóvil.

Esa mañana yo había cruzado el muro que separa la zona israelí de la palestina, para entrar en Belén. Uno no se imagina lo que va a encontrar al otro lado de una frontera a todas luces indeseable. Y el recuerdo que tengo es el de una población marginada en un territorio pobre.

Sólo dos horas antes había visitado otro muro al otro lado de la frontera, en este caso un muro de plegarias, el sitio más sagrado del judaísmo y último vestigio del templo de Jerusalén, el Muro de las Lamentaciones.

Nunca me han gustado las fronteras ni los cotos que el hombre ha delimitado sin sentido alguno, movido por su afán de territorialidad.

Con mi incipiente inglés, le pregunté si podía hacerle una fotografía. Ella se mostró incrédula, sorprendida de mi petición pues no se consideraba merecedora del protagonismo que deseaba otorgarle. A pesar de sus dudas, accedió. Realicé cuatro tomas, aunque las dos primeras resultaron infructuosas, ya que ella cubrió su rostro con ambas manos mientras se reía nerviosa.

Un simple Thank you fue mi despedida de ella.

Dedicado a todos los pueblos oprimidos que luchan por su libertad.

6 de enero de 2011

Sanse

Levantarse antes de las cinco de la mañana para ubicarte en un lugar preferente del encierro de San Sebastian de los Reyes, a pesar de estar acreditado, no es tarea fácil. Pero hay madrugones que merecen la pena. Esta foto corresponde al encierro del 28 de Agosto de 2010 y está tomada en la curva de Real con Estafeta.

Cuando una acción transcurre en un plazo muy corto de tiempo, como es el caso de los encierros de toros, en ocasiones no se es consciente de las imágenes que se captan. Como dice un buen amigo mío: si la foto la has visto es que no la has tomado, haciendo referencia a que el levantamiento del espejo de la cámara producido al apretar el disparador, impide la visión directa de la escena por el visor. Esta imagen la descubrí de vuelta a casa, al visualizar todas las fotos tomadas, y sin duda, es una de esas imágenes que no deja indiferente a nadie.

Esta fotografía sugiere al espectador varias preguntas. ¿Qué hizo mal el corredor para verse encerrado con la manada? ¿Está sufriendo un ataque de pánico o por el contrario, su rostro sólo refleja la incertidumbre del momento? ¿Tuvo un fatal desenlace?

Dejemos que cada uno saque sus propias conclusiones al respecto.

Acotar la realidad mediante una fotografía nos brinda la oportunidad de apreciar detalles que pasarían desapercibidos. Esa es la magia de la fotografía. Ese es el poder de la imagen que tanto nos encandila.

Esta fotografía obtuvo una nominación especial en la X edición del concurso de fotografía sobre el encierro Sanse 2010 y aparece publicada en el calendario 2011 que la Asociación “El Encierro” de San Sebastián de los Reyes publica anualmente.

El Pin

Hay personas que, sin conocerlas, te resultan entrañables. Es el caso de “el Pin”, apodo cariñoso del protagonista de nuestra entrada en el blog.
Persona sencilla, agricultor y vecino de Carabaña (Madrid). No tengo más información sobre él, ni falta que me hace.

Cuando alguien traspasa la frontera de la popularidad en el entorno en el que se relaciona, pasa a convertirse en personaje. Y personaje querido por todos.

Tipo sencillo donde los haya, su lento caminar parece no tener rumbo, deambulando gacho su menudez por las calles del pueblo. Un hola por saludo es el único intercambio de palabras que nos concedemos cuando nos cruzamos.

Aquí le vemos sentado en el pilón de la plaza, con su humilde mirada ausente, no queriendo ser protagonista de la instantánea.

Desde su peculiar mirador, otea los acontecimientos que transcurren a su alrededor, sin inmiscuirse en ellos, ajeno a cualquier ademán que le distraiga. Es 13 de Septiembre, fiesta mayor de la localidad. Pin se ha vestido con sus mejores galas para tal evento. Es la tradición y él es un hombre de costumbres. Así le enseñaron y así transcurre su vida.