No es el nombre de la protagonista de la imagen. Belén , es la ciudad donde fue tomada la fotografía en Octubre de 2009. Acababa de comer y me dirigía a los baños del restaurante cuando me fijé en ella. Estaba de pie, junto a la puerta de entrada de los aseos, inmóvil.
Esa mañana yo había cruzado el muro que separa la zona israelí de la palestina, para entrar en Belén. Uno no se imagina lo que va a encontrar al otro lado de una frontera a todas luces indeseable. Y el recuerdo que tengo es el de una población marginada en un territorio pobre.
Sólo dos horas antes había visitado otro muro al otro lado de la frontera, en este caso un muro de plegarias, el sitio más sagrado del judaísmo y último vestigio del templo de Jerusalén, el Muro de las Lamentaciones.
Nunca me han gustado las fronteras ni los cotos que el hombre ha delimitado sin sentido alguno, movido por su afán de territorialidad.
Con mi incipiente inglés, le pregunté si podía hacerle una fotografía. Ella se mostró incrédula, sorprendida de mi petición pues no se consideraba merecedora del protagonismo que deseaba otorgarle. A pesar de sus dudas, accedió. Realicé cuatro tomas, aunque las dos primeras resultaron infructuosas, ya que ella cubrió su rostro con ambas manos mientras se reía nerviosa.
Un simple Thank you fue mi despedida de ella.
Dedicado a todos los pueblos oprimidos que luchan por su libertad.
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